Capricornio ubicada en el firmamento mesopotámico en una
zona determinada por seres de agua, representa una cabra marina, mitad animal
terrestre, mitad pez. Su carácter esencial es el frío del elemento Tierra.
Acuario en una posición ya más netamente ascendente,
propicia el alargamiento de los días. Las tinieblas van a dar paso a la fuente
de todo conocimiento que trae la fortuna y la abundancia.
La constelación de Acuario tiene estrellas poco luminosas,
es extensa y se ubica bajo el ecuador celeste. Se representa por una figura
humana que vierte agua de un cántaro.
Es la magnificación del elemento Agua que
en Mesopotamia fue “el grande”, dios Ea, señor de Apsu (región del agua dulce
bajo la tierra), en Egipto el dios Hapi del Nilo, o para los griegos, Ganímedes
príncipe troyano tan hermoso, que fue raptado por Zeus, quien lo llevó al
Olimpo y fue encargado de servir las copas en los banquetes divinos.
El Sol en Acuario va a propiciar el abandono de los fríos
extremos y la llegada de la lluvia benefactora y fertilizadora de los campos.
Las estrellas de Acuario son: Sadalmelek, "la afortunada del rey" en árabe; Sadalsud, también del árabe "afortunado de los afortunados"; Sadalachbia, "la afortunada de la tienda", igualmente en árabe.
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