miércoles, 18 de febrero de 2015

El vino de Valdepeñas en la literatura romántica: Relatos de viajeros en los siglos XVIII y XIX

«Aquellos viajeros a los que no les gusten las dificultades tales como malos alojamientos, retrasos, problemas, comidas extrañas, contratiempos o trasnochar no deberían de emprender viaje por España» Louisa Tenison (Castile and Andalucia, 1853)

Si en los siglos XVI y XVII históricamente tuvo el vino en Valdepeñas su importancia económica, no lo es menos en los siglos siguientes en el aspecto literario, así en el siglo XIX- sin duda el más romántico y aventurero- se da a conocer una literatura que tiene sus inicios en el siglo anterior y a la que se conoce como “Viajes por España”; viajes estos de diligencias y casa de  postas, en donde estos escritores reponían sus fuerzas y al tiempo nos legaban entre viaje y viaje, una serie de interesantes relatos en los que el vino de Valdepeñas fue ennoblecido por estos hacedores de caminos, que glosaron en sus escritos todas las vivencias que aquellos senderos de tierra y polvo les iban enseñando.

 
Fuente imagen: Centro Virtual Cervantes, http://cvc.cervantes.es/literatura/viajeros/viaje/default.htm

Vamos a repasar la historia de los vinos de Valdepeñas a través de los comentarios de ilustres personajes que nos visitaron y los cataron, según ha recopilado D. Antonio Brotons, poeta y erudito.  

Juan F. Peirón, en su Nuevo viaje por España, nos describió así: <Valdepeñas, pueblo considerable y famoso por su vino tinto, que es el mejor y el más sano que pueda beberse en España. Es muy estimado en Madrid y es el que se sirve en la mesa del Rey>

También D. Antonio Pons en su “Viaje de España de 1792“, afirma: <Pero el vino mejor de España y del mundo según dictamen general, es el que se hace del famoso viñedo de Valdepeñas>

Similar aprecio le merece a D. José Blanco White es su libro “Madrid 1807” cuando afirma: <En Valdepeñas nos olvidamos de nuestras prisas a causa de su delicioso vino, que suelen servir directamente sacándolo de unas tinajas de barro conservadas en bodegas subterráneas>

Washington Irving en sus “Cuentos de la Alambra 1829” no se olvida de reponer abundantemente sus viandas para el viaje: <pusimos todo nuestro cuidado, al partir, en tener bien abastecidas las alforjas de nuestro escudero con provisiones abundantes y llenar la bota de exquisito vino Valdepeñas>

En el año 1855 a El Barón Charles Davillier, acompañado por D. Gustavo Dore, refleja en su libro: <Valdepeñas, está cubierta de viñedos según se asegura fueron antiguamente importados de Borgoña, el Valdepeñas tienen, un hermoso color rojo oscuro, con un aroma muy pronunciado>

Alejandro Dumas, hombre de buen comer y mejor beber lo definió: <Era Valdepeñas legítimo, de áspero y excitante sabor. Este vino áspero y espeso, que para los buenos bebedores tiene la ventaja de no embriagar>


Próximamente, en esta sección, podréis conocer la historia del vino de Valdepeñas en las tabernas de Madrid, haremos referencias a poblaciones antiguas en nuestra localidad y su vinculación con el vino y a la importancia que supusieron las buenas comunicaciones rodadas y férreas para el impulso y comercialización de nuestros vinos.

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